viernes, 30 de enero de 2009

NEGRO

Me vestí de negro una tarde amarga, me vestí de negro cuando te marchaste. En torno a mis ojos se formaron cercos, y en torno a mi vida un frío invierno. Escondí mi ropa de colores junto a tus recuerdos. Y ya que tus azules pupilas dejaron de acariciarme, dejé de alisarme también el cabello. Guardé las pinturas, los perfumes, los lujos y me envolví en lamentos. Mis rojos labios se tornaron secos. El horror de mi aspecto me entristecía tanto...¿cómo iban a quererme así tus besos?. En un arrebato, rompí los espejos. Y de tanto recordar tu precioso cuerpo...me olvidé, de pronto, de mi propio reflejo.

No hay comentarios: