sábado, 31 de enero de 2009

JUNTO AL MAR

El viento golpea las olas como golpean mi corazón los recuerdos de un amor ya perdido. Una hoja asciende en el vacío formando tirabuzones para volver a caer más tarde, como yo, que floto al recordarte y me precipito de nuevo al suelo cuando recuerdo que me estoy alimentando de recuerdos. Me siento cansada, triste...y los días se pasan como un domingo eterno. Repaso los momentos a tu lado mientras el agua helada moja mis pies. Tantos días pasamos en esta misma playa...aquí te enamoraste de mi y en este mismo lugar intento olvidarme yo de ese amor. El aire me susurra al oído como tantas veces canté yo junto al tuyo. La arena me golpea de la misma forma que lo hace con las rocas, y yo, como Ana* decido esperarte allí aunque me cubra la sal y los corales, y tú nunca regreses.

*Hace referencia a la canción de Mecano “Naturaleza muerta”

viernes, 30 de enero de 2009

NEGRO

Me vestí de negro una tarde amarga, me vestí de negro cuando te marchaste. En torno a mis ojos se formaron cercos, y en torno a mi vida un frío invierno. Escondí mi ropa de colores junto a tus recuerdos. Y ya que tus azules pupilas dejaron de acariciarme, dejé de alisarme también el cabello. Guardé las pinturas, los perfumes, los lujos y me envolví en lamentos. Mis rojos labios se tornaron secos. El horror de mi aspecto me entristecía tanto...¿cómo iban a quererme así tus besos?. En un arrebato, rompí los espejos. Y de tanto recordar tu precioso cuerpo...me olvidé, de pronto, de mi propio reflejo.

jueves, 29 de enero de 2009

APRENDIENDO

Empatía me han pedido. Comprender, donde no me comprendieron. Pero duele a veces la vida, y no te das cuenta...y aunque esto es un largo camino para aprender, hay cosas que deberíamos ya saber.
Tristeza como una oscura capa, envuelve la noche, y la soledad a mi lado me mira irónicamente, su presencia hace que mi espacio se vuelva inhóspito e inseguro...y mi corazón se sienta malherido.
¿Cuántos motivos te debo dar, para que recuerdes que existo? ¿ Cuántas frase literales, se van hundiendo en el olvido?.
Amor idealizado, que no es amor lógico, amor primero que no es el mejor cuidado, pues no es lo mismo querer que saber querer...
Yo, culpable de sentir demasiado mis penas, y de no saber curar mi alma si tú eres quien la envenenas.

sábado, 24 de enero de 2009

GATO

Camino por las calles, con la cabeza agachada, pensando en qué habré hecho mal, para quedarme sin casa, sin cojín y sin dueña. Y voy buscando un cobijo, esquivando los pies de la gente que me rodea, las ruedas y los perros que me acechan. Merodeo por los tejados perdida en esta noche oscura, perdí la cuenta de las vidas que me quedan. Juraría que esta última la había guardado para ti, y ahora ya no se cual es mi objetivo, lo único que se es que nací felino. Por fin me decido, me siento en mi sitio, como un simple perro, siguiendo las ordenes que antes me enseñabas y que tan pocas veces obedecí. Y allí me quedo, durante horas, maullando a las puertas de tu corazón.

viernes, 23 de enero de 2009

LAGRIMAS

Una tras otra, avanzan sinuosas por mi rostro y mueren en mis labios, como yo fallecí tantas veces en los tuyos. Podría contar diez, cincuenta, cien, cuatrocientas....pero me perdería, pues desde que estoy sin ti, el llanto es algo tan común y constante como el bombeo de la sangre por mis venas. Poco a poco comencé a notarme la piel más seca, pero poca importancia le dí, ahora me arrepiento pues una mañana, estando yo en pijama sentada en mi sofá, dejé de poder moverme. Y allí me quedé, con la mirada fija, y en una posición humillante, completamente disecada y echándote de menos.

VACÍO

He perdido la noción del tiempo. Estoy en la cama, tumbada, haciendo eso que siempre he detestado: compadecerse de uno mismo. Mi único contacto con el exterior son los minúsculos rayos de sol que deja pasar mi persiana. Hace días que desconecté el teléfono, apagué el móvil y me encerré en el cuarto donde tantas veces pronuncié “te quiero” después de hacerte el amor. Mis sollozos y el rugir de mi estómago son los únicos sonidos que oigo. Finalmente me levanto y decido comer algo, soy demasiado cobarde como para dejarme morir de hambre. Vacío es lo que siente mi corazón, vacío es lo que siente mi alma, vacío es lo que siente mi estómago.

miércoles, 21 de enero de 2009

SILENCIO

La vida transcurre, rápida, la gente pasa por mi lado, pero sólo son sombras que se cruzan ante mis ojos, me siento como en una de esas antiguas películas mudas, sin sonido, ni color. Sin ti ninguno de ellos tiene sentido. Avanzo lentamente, mientras recuerdo nuestros paseos, agarradas de la mano, por las mismas calles que ahora piso. Hace horas que doy vueltas con los brazos abiertos y la mirada fija en un horizonte muy lejano, esperando descubrirte buscándome por la ciudad, y que te abalances sobre mi, como antaño, para abrazarme. Pero tú no apareces, tú ya te has ido, tú hace meses que te fuiste. Y yo, solo quiero retroceder el tiempo para volver junto a ti.

martes, 20 de enero de 2009

ANGUSTIA

*Primero debo aclarar que cada cuento es un capítulo perteneciente a una parte de este pequeño "libro". Ésta primera se titula : RUPTURA.


Se estira, se encoge, se hincha y finalmente, como un globo, estalla. Me mareo, y comienzo a caer en un pozo que me engulle en una oscuridad eterna. Pero la caída se hace larguísima, y tras unos instantes comienzo a desear que por fin llegue el golpe que acabará con mi vida y dejará mi cuerpo inerte tendido en el suelo, envuelto en un silencio ensordecedor. Y entonces dejar de sentir dolor, celos, envidia, felicidad, y amor, este amor que recorre mis venas y hace que te ame sin remedio, de forma apasionada y loca, este amor que me está matando y que ha conseguido que hace un momento mi corazón se rompa en pedazos. Y tras minutos, horas, días, meses...la razón entra dando un portazo, y recuerdo que el pozo no existe más allá de mi cabeza, y que el golpe final sólo llegará cuando comprenda que ya no te necesito, que ya no te amo, y en ese instante el mundo se inundará de luz y el suelo reaparecerá bajo mis pies. Pero no puedo, te sigo amando, aunque duela, y me resigno a seguir cayendo.