domingo, 12 de abril de 2009

DELITO

Las lágrimas que desangran mis ojos se confunden con el agua que desciende con parsimonia por mi cuerpo.
Tus ojos tiernos, tus labios suaves.
Esas imágenes se clavan en mi mente como metralla.
Tu sonrisa, pintada por el mismísimo Miguel Ángel ha sido destrozada.
¡Qué me detengan! He destruido una obra de arte.
La esperanza, como un susurro se cuela en mis pensamientos.
Quizá no está todo perdido, las obras de arte se pueden restaurar.

2 comentarios:

Yani dijo...

... y quién recoge tus lágrimas?

... y quién restaura tu sonrisa?

... y quién?

Cristina dijo...

supongo que la gente que me quiere...